Quién ganó en las elecciones nacionales del pasado 26 de octubre.
Opiniones 📍 País 👁️ 5 lecturas

Quién ganó en las elecciones nacionales del pasado 26 de octubre.

La respuesta a esta pregunta es casi retórica; suena obvia, claro está. Aunque igualmente merece algunas reflexiones y deducciones necesarias sobre el tema.

📅 06/11/2025

✍️ Por Alejandro Speroni, referente de LLA en la Séptima Sección Electoral.

Ante todo, corresponde destacar que se impuso una idea antes que figuras personales o líderes carismáticos, la mayoría ilustres desconocidos fuera de sus respectivas familias y clubes. Dicha idea matriz consiste en un principio de filosofía política al que los argentinos hemos estado siempre muy apegados (aun sin saberlo del todo de manera consciente) desde los orígenes mismos de nuestra vida nacional independiente.

Me refiero a la concepción escéptica que tenemos respecto de las estructuras estatales, con sus prácticas manipuladoras, desvergonzadas e inmorales. Nunca hemos creído de verdad en que los gobiernos constituyan la solución a nuestros desafíos particulares y de progreso social. Muy por el contrario, los intuímos, con toda razón, responsables del cambalache nacional, causante inexcusable de tantas décadas de estancamiento generalizado.

En una palabra, es el anarquismo congénito de la argentinidad más genuina quien se impuso en las últimas elecciones Y hablo de un anarquismo radical, profundo defensor del anhelo de respeto y dignidad que anima a todas las personas de carne y hueso, con especial énfasis en el cuidado de sus derechos naturales a la vida, la libertad y la propiedad (tanto material como espiritual).

No se trata, por consiguiente, de un pretenso anarquismo quimérico y engañoso (que ya hemos conocido y padecido), verdadero camuflaje de pretensiones autoritarias, violentas y colectivistas. Ganó, por lo tanto, en casi todo el país, el espíritu gaucho que inspiró la vida de nuestros mayores; ganó el recelo contra la demagogia y el utilitarismo de quienes se acercan a la política con el único fin de satisfacer sus apetencias de poder sobre los otros o de forjarse un patrimonio malhabido explotando el esfuerzo del prójimo. Tal benéfica emancipación intelectual, cuyos saludables frutos no tardaremos en disfrutar, y si de hombres se trata, es debida a uno solo; sí: indudablemente uno solo, que se llama Javier Milei.

Nuestro providencial presidente rockero, cándido como un ermitaño y leal a sus convicciones con la seguridas y la espontaneidad de los niños, de esos a quienes pertenece el Reino de los Cielos. Por supuesto que su obra personal de conducción y esclarecimiento requiere de colaboradores sagaces, nobles y leales, que se atrevan a levantar el sayo y entregar sus vidas al loable objetivo, que ya asombra al mundo entero. En la provincia de Buenos Aires se perfila con nitidez, en tal carácter, y en lugar preeminente, el esforzado, atractivo y tan injustamente calumniado Sebastián Pareja. Y ya vendrán otros... Pero, por ahora, repito que no son esenciales los hombres, ya que lo primordial es preservar y profundizar el legado doctrinario del libertarismo bien entendido. Por ahí vamos, y sin equivocarnos.

Esta herencia cultural tiene mucho de tradición caballeresca, de integridad, de coraje y de nobleza. No son ideas aptas para timoratos ni oportunistas sino sólo para los interpelados, en su corazón y en su mente, por vivir escenarios épicos y sacrificiales. Por tal razón, no esperemos un lecho de rosas... Las pruebas serán duras y serán muchas. Pero bien vale el compromiso.

Se trata, nada menos, que de liberar a todo un pueblo, de abrirle las puertas a los horizontes infinitos de su dignificación auténtica, sin fraudes, sin rodeos, sin falsas promesas. Ahorro, inversión y trabajo duro, es la consigna general asumida por el anarquismo de libre empresa y propiedad privada.

Nada queda de la hipócrita y destructiva tríada iluminista de libertad (sólo para los amigos del poder), igualdad (en la pobreza, el resentimiento, la envidia y la marginación) y fraternidad (la del contubernio entre bribones y forajidos, carentes de un padre común, que no sea el del padre de la mentira, espíritu maligno, enemigo jurado del género humano).

💬 Comentarios

Deja tu comentario

Aún no hay comentarios. ¡Sé el primero en comentar!